Des­pués de que los tali­ba­nes toma­ran el poder, la situa­ción en Afga­nis­tán se ha vuel­to más som­bría. Se tra­ta, sobre todo, de los dere­chos huma­nos y de la pro­tec­ción de aque­llos que están direc­ta­men­te ame­na­za­dos por los tali­ba­nes. Se tra­ta, en pri­mer lugar, de quie­nes con­tri­bu­yen a una vida abier­ta: muje­res, perio­dis­tas, demó­cra­tas y acti­vis­tas de la opo­si­ción. Se plan­tean pre­gun­tas sobre el fra­ca­so de Occi­den­te, así como sobre un posi­ble futu­ro para Afga­nis­tán. Pero tam­bién se tra­ta del res­ca­te de muchas per­so­nas que están espe­ran­do para salir del país. Hay que dar prio­ri­dad a la ayu­da huma­ni­ta­ria para el país; según Welthun­gerhil­fe, más de la mitad de la pobla­ción depen­de de ella.
Jama Maq­su­di es eco­no­mis­ta social, fun­da­dor y pre­si­den­te de la Aso­cia­ción Ale­ma­na-Afga­na de Ayu­da a los Refu­gia­dos DAFV e.V., galar­do­na­do con la Meda­lla Fede­ral al Méri­to, actual­men­te asis­ten­te per­so­nal de la Secre­ta­ria de Esta­do Petra Ols­chows­ki en el par­la­men­to del esta­do de Baden-Württemberg.